El sobrepeso y la obesidad se han convertido desde fines del siglo pasado en un verdadero flagelo para la humanidad. Inicialmente se presentaban más frecuentemente en los países desarrollados pero con el correr del tiempo ha azotado a la mayoría de los continentes.
Coincide el incremento del peso corporal con muchos factores como la aparición de numerosos restaurantes de comida rápida, la proliferación de todo tipo de bebidas azucaradas, la popularización de la tecnología, a saber: computadores, tabletas, teléfonos celulares “inteligentes”, etc., pero también la inseguridad que reina en algunas naciones, como la nuestra, que hace que la actividad física en niños y adolescentes haya disminuido notoriamente.
Los malos hábitos alimentarios son el punto de partida. Por eso una alimentación sana debe ser inculcada desde temprana edad, no sólo por la calidad de la comida, sino también por la cantidad y la forma de la ingesta. Los padres y abuelos tienen que dar el ejemplo.
Según un estudio del Ministerio de Salud, realizado en 2015, en Colombia la prevalencia de obesidad y sobrepeso es de más del 50% de la población, correspondiéndole a la obesidad el 20%.
Hay que aclarar que estamos refiriéndonos a la obesidad llamada común o exógena, que se presenta por el desequilibrio entre ingesta y pérdida calórica. Este tipo de obesidad representa más del 95% de los casos, el resto es la que acompaña a algunos síndromes y enfermedades o la que se produce por compromiso de genes predisponentes.
La prevención es clave en estas patologías, el hábito de la ingesta de fibras, verduras especialmente, de frutas, de el no al consumo de azúcares refinados o industriales, no a las bebidas azucaradas, controlar las grasas saturadas y el porcentaje de carbohidratos (harinas) en la porción diaria.
La actividad física juega papel importante en la prevención y manejo de los problemas de exceso de peso, esta automáticamente disminuye las horas de inactividad que tenemos frente a la televisión y al computador.
El tratamiento de la obesidad necesita de un equipo multidisciplinario en el que pediatría, endocrinología, nutrición, psicología son imprescindibles. Aún así los resultados son muchas veces frustrantes, por eso la prevención es el mejor tratamiento.
Mauricio Coll Barrios
Endocrinólogo Pediatra.
Dr. Mauricio Coll Barrios
Médico Cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana. Especializado en Pediatría y en Endocrinología Pediátrica en la Universidad Claude Bernard de Lyon.
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